Hola, y lo siento.


No se me ocurre mejor forma de empezar esta entrada...Puede que tampoco os importe mucho y este blog tampoco, ya que es uno entre millones, al igual que yo, pero aun asi pido perdon a las posibles personas que hayan esperado que escribiese algo, una mera señal de vida, y no la hayan recibido.
Puedo poner mil escusas, pero ninguna me justificara el haber abandonado este rincon del mundo que en sus dias me acompaño y me hizo sonreir, liberándome, aun sabiendo las consecuencias que ello conllevaría. Mi verano..bueno..se puede decir que de no ser por el principio habría sido uno más...y el principio fue un dia de mayo en el que me dijeron que si, que visitaria una isla llamada Irlanda, desde entonces y hasta el 19 de junio todo fueron sueños y esperanzas, hablabamos y dormiamos esperando la que para nosotros era la tierra prometida.
La madrugada del 1 de julio se me veía bochornosa y sofocada entre el calor de Málaga y las prendas de abrigo que horas antes me había parecido pocas. Y entre lágrimas, recordando a Loraine Grehan, que nos acogió a mi amiga Lola y a mi como dos hijas mas en su casa, a Veronica y a Alexa, Alex para los amigos, que nos cuidaron como dos hermanas mayores, a Ciara, por sus delicosos platos y su risa ante mis bailes alocados, a Simon, por ser un profesor nervioso y aplicado, que tenía un voz verdaderamente talentosa, a Amy, por llevarme al mercadillo mas escondido de Dublín, para que me sintiese como en un cuento de hadas y leprecauns. Los recordaré siempre.

Esta es una foto del Castillo de Malahide, el pueblo donde estuve, a unos pocos kilometros de Dublin, era el mejor parque que había visto jamás.

En cuanto a temas del corazón....digamos que el mio se ha hecho muy fuerte antes de ser herido, he creado una gran coraza en torno a él para evitar ser detectado por amigos y enemigos, pero débil al mismo tiempo...No merece la pena hablar de ello.

Os he echado de menos.